Hoy en poesía crítica, disfrutaremos de esta magnífica obra, escrita por un jóven poeta aficionado cubano, en la que se expresan sus más recónditos sentimientos. Síguenos en Tus Noticias Cuba para conocer más detalles.
Mientras todos viven en guerra, yo siento la paz. Mientras las masas caen endulzadas ante los cánticos más patrióticos (chovinistas) y espléndidos (incipientes), yo pongo en duda todo lo aparentemente incorruptible, dogmático e inequívoco. Mientras los herejes buscan la forma de inocular el odio en nuestra cotidianidad, yo encuentro el lugar perfecto para recostarme y soñar/amar. Mientras la Luna, el Sol, la Tierra y el Mar se disputan cuál de todos es el más vital, yo estoy esperando la muerte arrodillado allí, en el viejo pedestal. Mientras existan bandos prestos a disputarse un escaño en el poder, yo solo observo y me siento aludido de cómo se disputan mi fe y ese mi "fiel" servilismo ciudadano; ¡si al final! El que gane será mi amo. Mientras miles abandonan su tierra natal y prefieran morir huyendo antes de quedarse a buscar el camino, y triunfar, yo yazgo tumbado en mi lecho/país, en este trozo de tierra casi inerte al que algunos osan llamar "República de la Suerte".
¡Qué terrible se ha vuelto todo, que desanimado, que desleal! Lo hermoso ya no es el arte sino la ideología que lo fomenta. ¡Y las fronteras, sí esas fronteras! Que dejaron de ser líneas imaginarias para convertirse en trincheras de guerras, ¡"Prohibido Pasar"! ¡"Prohibido Olvidar"! Y ya que ni hablar se puede, porque eso de expresar los sentimientos murió sin decencia o decoro, yo me reprimo y en silencio lloro, mientras todos apuñalan a la democracia yo en silencio lloro, mientras el gigante y el caimán se agarran a puñetazos y mordiscos yo en silencio lloro, mientras la economía me muerde, la ideología me desangra, el furor de los delatores me persigue y mi familia se divide yo en silencio lloro, mientras la historia se reescribe yo en silencio lloro, mientras las justificaciones se reinventan yo en silencio lloro, mientras la espera se hace cotidiana y la empatía fugaz, mientras no aspiramos a más, mientras muere el empeño y yo envejezco del sueño rezando a Dios por piedad, mientras solo quede llorar, en silencio, solo llorar, creyendo que estamos bien, sabiendo que estamos mal, yo en silencio lloro y lloraré, pero lejos de la guerra, prefiero llorar en paz.