Un seísmo de magnitud 6,1 en la escala de Richter volvió a sacudir este sábado por la mañana el centro y sur de México y ha desatado los peores temores de los que vivieron cuatro días antes el poderoso terremoto de 7,1 que ha causado hasta el momento alrededor de 300 víctimas mortales. Las labores de rescate en la capital se detuvieron unos minutos, según informaron las autoridades, y se retomaron poco después. El temblor ha sido una réplica del que se produjo el 7 de septiembre, según han confirmado las autoridades, y ha debilitado algunas construcciones en Oaxaca que ya estaban afectadas por el seísmo anterior que dejó 98 muertos. Dos personas han fallecido a causa de un infarto en Ciudad de México.
La alarma sonó casi un minuto antes de que se pudiera sentir el temblor en Ciudad de México, lo que permitió a muchos ciudadanos abandonar sus casas y refugiarse en la calle. La escena se repetía, las caras de miedo, el «ha vuelto a pasar». Los 38 edificios derrumbados en la capital los llevan tatuados en la piel y quedarse dentro no es una opción.
«Pedimos a toda la población mantener la calma», indicó a su vez la Presidencia. El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Carlos Valdés, confirmó que el sismo fue una réplica del ocurrido el 7 de septiembre. Por la «magnitud» que tuvo dicho terremoto, señaló, «puede generar réplicas como la que hemos visto el día de hoy».
“Cada sismo se comporta de forma diferente. El número de réplicas varía de uno a otro. La instrumentación se ha incrementado y hoy es fácil ver sismos pequeñitos y réplicas pequeñitas. Se debe considerar que el movimiento del 7 de septiembre está produciendo muchas réplicas y que tenemos una mejor capacidad de detección”, explicó Xyoli Pérez Campos, directora del Servicio Sismológico Nacional (SSN). Según los estudios de los expertos, hasta el día de hoy se han registrado nada menos que 4.287 réplicas del movimiento de hace dos semanas.
Fuente: El Pais