La justicia social no es más que la conquista de todos los Derechos. La criminalización del disenso es un freno a la conquista de los Derechos. Es por ello que hoy os traigo una reflexión al respecto.
No estoy de acuerdo con la criminalización del disenso. Pensar diferente es un Derecho Humano que tiene que ser respetado a toda costa. Ya lo dijo Martí en su magistral obra «Tres Héroes»: Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía (…) Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado (…)
La intolerancia política solo crea brechas sociales y está destinada a sumergirse en el mar de las confrontaciones. Guerras han nacido en el seno de contradicciones derivadas de la terquedad gubernamental y la ausencia de diálogos y entendimientos socio-generacionales.Vivimos en una sociedad con una dinámica bastante compleja en la que todo es «politizable».
Las nuevas generaciones no tenemos la obligación de cargar en nuestras espaldas el mismo discurso que otras han construido porque los tiempos cambian y quiérase o no, las personas son el reflejo del momento histórico en que les toca vivir, y esta idea que tiene hoy mucha relevancia, también la tuvo en los tempestuosos tiempos de la Revolución Francesa –tomando al hecho como ejemplo histórico–; gesta revolucionaria que dio pie al nacimiento de una Constitución –la llamada «Constitución del año I (1793) y primera carta magna en incluir los Derechos del Hombre y el Ciudadano– en cuyo artículo 28 se especifica que: (…) No puede una generación sujetar a sus leyes a las generaciones futuras.
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