Hoy la comunidad de El Cobre, ubicada a 18Km. al noroeste de la ciudad de Santiago de Cuba, no es la misma que hace un mes atrás, si bien la calidez de su gente y la presencia protectora de la “Patrona de Cuba” en la Basílica Santuario Nacional que la acoge, siguen incólume, las obras sociales emprendidas en los últimos días hacen lucir al poblado otros colores.

En esa histórica localidad, constructores y vecinos confundidos en una mezcla de compromiso y entusiasmo han logrado poner a punto el local de ensayo y resguardo de la Steel band, grupo musical símbolo de El Cobre, que desde el día 1ro de Mayo cuenta con condiciones óptimas para que los artistas se sumerjan en el proceso creativo musical sin más preocupación que la belleza de sus interpretaciones.

“El local de la banda es un sueño hecho realidad, donde había un espacio en ruinas se construyó este inmueble con tarima, recibidor y el espacio para atender a los visitantes, para que puedan disfrutar de la música, comprar discos, el pueblo de El Cobre y los músicos de la Steel band estamos muy agradecidos.” Expresó Hermes Ramírez director de la banda.

Patrocinado por la Casa de Caribe, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) y la Casa de la Música, el inmueble deviene en una institución cultural y recreativa, que cuenta con cafetería y área de consumo anexas, además de venta de discos de música popular cubana y suvenires, así como una oficina para el historiador del poblado de El Cobre.

Sin embargo la función fundamental del local es la realización de la peña de la banda con su club de fans, la invitación de agrupaciones locales y de otras provincias, la recepción y atención a visitantes nacionales y foráneos, e incluso la preparación de nuevas generaciones de músicos para que la Steel band tenga su futuro garantizado, todas estas acciones con el fin de convertir la casa de la banda en un centro cultural comunitario.

Esta es una huella indeleble del proyecto de intervención comunitaria Santiago arde, sin embargo el legado más importante es la demostración de lo que se puede lograr cuando se combinan la voluntad de crecer con un mínimo de recursos y el acompañamiento de los líderes, para dar como resultado que en El Cobre hoy se recojan los frutos del fuego.