Cuba termina el año inmersa en una profunda crisis económica generada por varios factores que aquí presentamos. Si quieres saber más sobre «Cuba hoy, debates sobre una crisis» pues síguenos en Tus Noticias Cuba.
Los recientes debates en III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; se han centrado en la situación económica por la que atraviesa la mayor de las Antillas.
Según datos oficiales -bastante conservadores-, la caída del PIB cubano durante los últimos siete trimestres, ha sido del 13 %.
El Gobierno cubano emprendió -en plena crisis mundial- la mayor transformación económica de los últimos 60 años. El 1 de enero de 2021 se anunció la desaparición del peso cubano convertible (CUC); quedando como única moneda local del país el peso cubano (CUP) (moneda en que se pagan los salarios estatales y las pensiones; y se cobran los servicios públicos básicos y algunos bienes producidos localmente). Pero los ejes centrales del llamado “Proceso de Ordenamiento” han sido:
Como resultado de toda esta amalgama de problemáticas, Cuba se encuentra sumida hoy en el más nefasto desabastecimiento y la más desconsolante inflación; y para sostener a la economía, el gobierno cubano ha tenido que desempolvar viejas estrategias; llevadas a cabo por Fidel Castro en el llamado “Período Especial”; creando cientos de tiendas que venden sus productos en monedas libremente convertibles (MLC); al propio estilo de las tiendas recaudadoras de divisas (TRD) implementadas en los nefastos años 90. Con esta jugada, el gobierno ha apostado por los cubanos en el exterior; quienes envían sus dólares a la isla para que sus familiares puedan tener acceso a productos básicos.
Datos oficiales apuntan a que la llamada «Tarea Ordenamiento» ha provocado una inflación del 60 % en los precios minoristas en los comercios y del 6.900 % en el mercado informal, una cuestión que genera malestar entre la población. Según Granma, sobre el tema de la inflación inciden varios factores, como la paralización temporal de las principales actividades productivas; el hecho de que se ha inyectado paquetes de estímulos sin respaldo de producción; además del incremento de los costos de importación y una generación de mayor demanda con menor oferta.
Cuando se habla de inflación, dijo, hay que entender que es un fenómeno generalizado y sostenido de los precios en un periodo de tiempo. Sin embargo, en nuestro caso, no sucede así, ya que hay un conjunto de precios que, desde el mes de enero hasta la fecha, no han sufrido transformaciones y que son básicos para la sociedad, dígase la tarifa eléctrica y del agua, el precio de los combustibles, de la canasta familiar normada, del gas, especificó.
«¿Dónde se expresa más esa inflación? En los precios de oferta y demanda, en los precios del mercado estatal y no estatal, pero, sobre todo, porque existe mucha especulación y reventa, y eso es lo que hay que combatir».
Precisó que la inflación en Cuba no es de un índice de 6 900 %, sino que ese es el cálculo de la devaluación con respecto a la moneda nacional, y la tasa de cambio informal del dólar. En tal sentido, el vice primer ministro detalló que el diseño de la inflación en el país era del 60 %, y que, por ejemplo, en el mes de enero era del 44,1% y al cierre del mes de noviembre de 69,5%.
Esto significa que, contra lo diseñado, la inflación está casi diez puntos por encima, y eso afecta directamente la capacidad de compra del salario y de las pensiones, acotó.
El camino para frenar este problema, sostuvo, conlleva ampliar las ofertas, darle mayor valor agregado a nuestra economía, con nuestros propios recursos y recetas, así como aumentar las producciones y no trasladar las ineficiencias a los precios. «En la misma medida que la economía vaya gradualmente recuperando niveles de actividad, iremos avanzando en combatir la inflación».
Entre los objetivos priorizados del plan de la economía para el 2022, aseguró que se prioriza avanzar hacia un proceso de estabilización macroeconómica, en la recuperación del papel del peso cubano; estabilizar el sistema electroenergético nacional; transformar el sistema empresarial estatal y descentralizar las competencias en función de una mayor autonomía en los municipios, para impulsar el desarrollo territorial.
En resumen, informó que se planifica continuar la gradual recuperación económica y social del país, con un crecimiento del PIB a precios constantes en el entorno del 4 % para el próximo año.
Cuba termina este año con indicadores económicos preocupantes. La situación parece no tener fin en un contexto en el que la pandemia de Covid-19 no da tregua a la reapertura del turismo internacional ni a la normalización de las actividades económicas y comerciales también a nivel grobal. El pueblo cubano cierra este año con el amargo sabor de haber perdido abruptamente su poder adquisitivo frente a la inminente dolarización de la economía nacional. Los precios abusivos y los bajos salarios han roto el fondo del saco en que guardaban las esperanzas miles de cubanos; mientras tanto, la emigración sigue siendo el único camino para poder escapar de toda esta situación.